Hablemos de orgasmos
El sistema nervioso central es el causante de esa explosión de electricidad que nos recorre el cuerpo cuando la estimulación sexual llega al punto más alto. Va desde el cerebro hasta la médula espinal. Bueno… hablemos un poquito de eso.

Un alto (altísimo!) porcentaje de mujeres no llega al orgasmo solo con penetración. Mal que le caiga la información a los hombres que ven en su pito todo el placer femenino, la mujer llega al orgasmo más por estimulación del clítoris que por penetración. Para eso no necesitamos al pito en sí, sino un conocimiento de nuestro cuerpo que nos ayude a guiar al compañero sexual a generarnos ese placer. En relaciones entre mujeres, esta información ya se tiene. No hay que luchar (o no tanto) contra el falocentrismo general.
¿Cómo estimular el clítoris, el punto G (detrás de la pared frontal de la vagina, entre el cérvix y el hueso publico), punto U (en la zona de la uretra), y todos esos puntos que nos hacen gozar?
Masajes circulares, golpecitos suaves, sexo oral (con paciencia, no es algo automático), juguetes, dedos… cada uno está ubicado en zonas distintas, pero todos nos llevan al clímax.
El orgasmo clitoriano es el más común, el clítoris es un órgano destinado al placer. El objetivo de esa parte de nuestro cuerpo es que al activarle las ocho mil terminaciones nerviosas que tiene, lleguemos a esa explosión de la que hablamos arriba.
La estimulación de los senos y la piel son también dos formas de llegar a un orgasmo. Muchas mujeres sienten extremo placer al acariciar o dejar morder o besar sus pezones, lo mismo al rozar la piel de quien nos acompañe en el acto sexual, hasta soplando suavemente sobre la piel se llega a esa electricidad que nos recorre enteras.
Un orgasmo dura unos 20 segundos aproximadamente. En ese momento los músculos del útero, vagina, ano y pelvis se contraen de forma rítmica cada 0,08 segundos. Y después… la petite mort.
¿Lo mejor de todo? Es que esa contracción y el placer que genera se asocia a la musculatura del suelo pélvico, cosa que podemos ejercitar mediante ejercicios Kegel.
Conclusión: existen variedad de formas que nos permiten llegar al orgasmo. El primer punto es sacarle el tabú a ese placer, empezar a charlarlo y encontrar la forma que más nos guste e innovar nuevas. No es algo fácil, el pudor existe y la verguenza también; pero liberarnos de eso nos lleva a una vida sexual más libre, más activa y más consciente. Es una forma de empoderarnos, permitirnos y desarrollarnos en el sentir placer.