Historia de la Copita Menstrual
Parece algo nuevo pero no lo es.... La primer patente de la copa menstrual se registró en Estados Unidos en 1937 de la mano de Leona Chalmers, aunque hay testimonios de algunos intentos anteriores. Leona fabricó este producto con caucho vulcanizado y fue una auténtica revolución para la higiene femenina. En 1950 Chalmers se juntó con una empresa mayor para desarrollar una nueva versión de la copa (Tassette) a la que acompañaron con todo el marketing posible para la época, ¡hasta con una marquesina gigante en el New York's Time Square!. En esta misma época el Dr. Earle Haas patentó una empresa con un nombre muy conocido hoy en día: Tampax.
Dentro de este nuevo movimiento en productos de higiene femenina, la empresa Kimberly-Clark (dueño de marcas como Kotex, Kleenex, Huggies, Scott) se asoció con Walt Disney y en 1946 presentó su documental sobre menstruación The Story of Menstruation. ¿Qué es y por qué sucede el ciclo menstrual? ¿Qué le pasa a las mujeres en ese momento? ¿cómo sobrellevarlo?.... toda esa información condensada en un corto de 10 minutos con la estética de Blancanieves y relatado con una dulce voz que explica el proceso de menstruación sin hacer mención sobre lo reproductivo... un hermoso regalo del amigo Walt para las jóvenes yanquis de los ‘40. Sin embargo, esto no fue una campaña de concientización inocente; la presentación de este corto en colegios e institutos fue acompañada de numerosos folletos publicitarios de productos como las toallitas sanitarias Kotex, y un cuadernito con el nombre Very Personally Yours (muy personalmente tuyo, así de redundante) que sutilmente desaconsejaba el uso de tampones que Kotex no fabricaba, planteándole así una disputa de mercado a Tampax.
Todo esto fue demasiado para la prematura copita menstrual. En 1973 el emprendimiento de Leona Chalmers cerró sus puertas ante la complicación para conseguir los materiales y por las quejas de las usuarias que sentían la copa pesada, incómoda y no estaban acostumbradas a manipular sus genitales y tocar sus partes íntimas. Era un tema cultural que los tampones comprendieron y superaron con la creación del aplicador de plástico.
La copa menstrual se discontinuó hasta los ‘80 en que unas nuevas copas de látex mucho más cómodas entraron al mercado (The Keeper, aún existe). Luego fueron superadas por la silicona médica hipoalergénica de casi comienzo de este siglo, convirtiéndose en la mejor y más saludable alternativa de higiene femenina para la menstruación.
Junto con la realidad de lo cómoda y práctica que es la copa menstrual, la cada vez mayor cantidad de componentes químicos que se usan para la fabricación de los tampones y toallitas ha dado un nuevo impulso a este método. Esta nueva concepción de nuestro ciclo menstrual se enmarca en un proceso más macro en que las mujeres estamos empoderándonos, redescubriendo nuestro femenino y compartiendo nuestras experiencias con otras. La copa menstrual es una experiencia que nos pasamos de mujer a mujer, y en este compartir se gana inevitablemente una nueva conciencia sobre el ciclo menstrual. Dejar de tratar la menstruación como un asco, como un tema tabú o como algo que hay que ocultar es uno de los desafíos que nos planteamos.
En copitamenstrual.com compartimos la sensación que llegamos a un punto a nivel mundial en que tomar la decisión de cuidar el medio ambiente es propia e invidivual. A ningún medio masivo le conviene fomentar la compra de algo reutilizable; está en nosotras seguir o no alimentando un mundo donde todo es desechable. En este camino, la copita menstrual es una solución y un abrazo a nuestro mundo natural interno y externo.